Es decir, tenemos la capacidad de investigar sobre temas de relevancia y actualidad que pueden o no estar relacionados en forma directa con patrones de consumo o rentabilidad política.
Aunque algunos investigadores resaltan una dicotomía entre métodos cualitativos y cuantitativos, y se especializan en unos u otros, nosotros sabemos que el diseño metodológico debe ser siempre en función de los objetivos del proyecto, por lo que podemos emplear la combinación que mejor se ajuste al caso.
En este diseño metodológico, además, podemos emplear un enfoque antropológico, para conocer y entender el comportamiento de la ciudadanía; un enfoque neurocientífico para comprender las motivaciones más profundas; y con cierta frecuencia, ambos.